Una de las cualidades que más admiramos en Dani (Daniel Gómez) es su capacidad de ilusionarse e inventar nuevos caminos. Se como sea busca la manera de redefinir el sonido de su guitarra, de sacarlo y repartirlo por los escenarios. No teme a los agoreros de la economía ni al sobreriesgo de las primas. Se defiende de las malas noticias por las calles de la música, proponiendo proyectos, y cubriéndose con el manto sonoro que ofrecen las bandas en las que colabora.
Esta semana cerró un periplo de 6 años junto a MOMO, en los que QUEEN ha sido la excusa para seguir haciendo del ROCK un modo de vida. La sala JOY ESLAVA fue el escenario para ofrecer el tributo final a la legendaria banda que tantas noches de aplausos le ha proporcionado. En la despedida sonó su último "Brighton Rock" sobre la grupa de su Red Special.
Un camino concluye. El álbum de vivencias que ha cosechado son el tesoro imperdible que ha ganado realmente en este tiempo. Ahora servirán de vía de lanzamiento para nuevas correrías sonoras y emociones, esas que aparecen cuando Dani bate la guitarra y nos lleva a las azules profundidades de sus ojos. Allí donde merece la pena quedarse porque la sonoridad nos asienta y el pulso continuo de sus cuerdas embriaga. Cuando Dani enchufa los bafles, acuden dispuestas las fuerzas de la naturaleza evocando el agua, el viento, el fuego, el cielo y la tierra.
Gracias Dani por hacerte cercano en la música, gracias por tenernos en tu juego.
DG
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